Durante las prácticas en el instituto le pedimos a nuestro alumnado que realizara un escrito sobre los libros de su vida, cuáles eran los que más le habían marcado y gustado a lo largo de su vida tanto académicamente como personalmente. Yo voy a mostraros la historia de Clara, una alumna de 4º de la Eso.
Me llamo Clara, tengo 16 años, soy alumna de 4º de la Eso y me gusta hacer deporte, estudiar idiomas y, sobre todo, leer, como voy a contaros a continuación.
Esta afición me la han transmitido mis padres desde que era muy pequeña. Aún recuerdo cuando me llevaban a la cama, después de un largo día de cole que, aunque estaba muy cansada, siempre les pedía que me leyeran un cuento. Los primeros que recuerdo eran La Cenicienta, Los tres cerditos, El soldadito de plomo, Peter pan, Alicia en el país de las maravillas, entre muchos otros. Me encantaban ver las películas, pero no había nada como escuchar la historia en boca de mis padres.
Pasaron los años y yo aprendí a leer y en ese momento era yo la que quería vivir la experiencia de contar las historias en mi propia boca. Recuerdo con gran recuerdo los libros que leía como la colección de Pequeña Tina de Roser Rius Camps: Tina descubre su cuerpo, Magia potagia, Tina y el mar, Pinto pinto, entre otros. También recuerdo que me encantaba leer la colección Cadireta de boga de Francesc Belda: El muntanyeret, Aliaga, El pet del llop, Peret i Marieta.
Asimismo, no podía faltar en mi repertorio la poesía, yo he crecido con Gloria Fuertes. Aún recuerdo algunos de sus versos: "Un guante de los largos, siete metros de cuerda, dos carretes de alambre, una corona de muerto, cuatro clavos [...] todo esto tenía el avestruz en su estómago", "Duerme, <<Rosquillita>>, que ya son las ocho, ni una oveja bala, ya duerme Pinocho, hasta el río se ha quedado dormido, encogido en el pozo", "Una noche muy oscura, el Lunes fue a ver al Martes para preguntarle por el Miércoles; el Martes dijo que se lo preguntara al Jueves. El Jueves dijo: - ¡No sé! Por allí se acerca el Viernes con el Sábado."
Crecí y ya no solo leía en mi casa por gusto, sino que en el cole nos hacían leer algunos libros para después realizar un resumen sobre estos. Algunos de los que me leí fueron Querido hijo estás despedido de Jordi Sierra i Fabra, El hombre del saco de Andreu Martínn o L'àngel propulsat i el dimoni emplomat d'Enric Lluch. Sin embargo, yo cuando llegaba a mi casa siempre tenía ganas de seguir con mi hábito lector, recuerdo que devoraba los libros de Manolito Gafotas de Elvira Lindo, la historia de este peculiar personaje y su hermano, el Imbécil, me cautivaban.
Cuando pasé al instituto la cosa era más seria, teníamos que leer un libro cada trimestre, pero para mí era un reto, una gran experiencia para conocer grandes historias. Algunas de estas historias han sido Las lágrimas de Shiva de César Mallorquí, La puerta de Agartha de César Mallorquí, El camino de Miguel Delibes, Primera memoria de Ana María Matute, L'infern de Marta de Paqual Alapont, Allà a on siga el meu cor de Jordi Sierra i Fabra, L'auca del senyor Esteve de Santiago Rusiñol, entre otros.
Poco a poco fui descubriendo que cuanto más leía más quería leer, algunas de las sagas a las que me enganché fue El club de los incomprendidos de Blue Jeans: ¡Buenos días princesa!, No sonrías que me enamoro, ¿Puedo soñar contigo? y Tengo un secreto: el diario de Meri. Soy una gran fan de las novelas románticas, hace poco acabé la saga Algo tan sencillo como de Blue Jean: Algo tan sencillo como twittear te quiero, Algo tan sencillo como darte un beso y Algo tan sencillo como estar contigo. Ahora he empezado con la colección de Valeria de Elisabeht Benavent, voy por el primer libro En los zapatos de Valeria y estoy segura que me cautivará.
Como he podido demostrar, mis padres desde muy pequeña me han transmitido el gusto por la lectura y conforme me he hecho mayor lo he desarrollado todavía más, no podría imaginar mi vida sin libros, ese conjunto de hojas de papel que pueden cambiarte la visión del mundo o, incluso, pueden cambiarte la vida en cualquier momento.
